Poemario - 1975 (2)

Te he visto a ti,

engendro de mil desgracias,

pesadumbre personificada,

desecho de mil cuerpos,

desgarrados por ti misma.

Te he visto encinta,

con la apariencia inocente de la madre

que espera,

con la dulzura del corazón que ama…

pero he intuido en ti

el asco por lo humano,

por los que tenemos vida,

por todos.

Y sé que, cuando des a luz,

ese algo, que tienes en tu vientre,

morirá de asco al verte la cara.

Será el ser

que, durante menos tiempo,

haya vivido tantas o más desgracias,

que el resto del mundo junto.

Por eso, te detesto, te odio,

como a todos tus actos

y a todos tus seguidores,

porque este odio,

que siento hacia ti

lo motiva nuestro gran parecido.

21-1-75

 

Miro por la ventana

y no te veo,

será porque no estás al otro lado,

pero sé que existes

y deseo que vengas, con tu sable afilado,

a cortar mis ligaduras de reo

y expulsar al que me tiene enterrado en vida.

Existes, así lo creo, Libertad,

¿o estoy equivocado?

14-2-75

 

El obrero desespera,

busca trabajo en algún sitio,

mientras, su mujer espera

poder comprar leche al niño.

Él está desesperado

y tú paseas por la calle

en tu coche importado,

crees que eres algo grande.

¿Quieres un consejo? Reza,

porque, el día que él despierte,

serás tú quien coma mierda

y él se lleve tus filetes.

No pretendo intimidarte,

sabes bien que no soy nadie,

pero todo lo alto cae

y tú estás pisando en aire.

14-2-75