miércoles, 6 de junio de 2018

Poemario '74 (3)



Sería tan bonito
ir contigo de la mano
como dos buenos hermanos
y no quieres, ¡pobre rico!
Sería tan delicioso
tener este buen amigo
y taponar ese foso,
mas no quieres, ¡pobre rico!
Ese dinero maldito,
que se constituye en foso,
para ti parece hermoso,
¡errado vas, pobre rico!
¿No sabes que tú y tus hijos,
los míos, yo y quien sea,
moriremos en la tierra,
quieras o no? ¡Pobre rico!

12-6-74


a Eva Camps

Perder por perder, no vale,
ganar por ganar, tampoco,
luchar por luchar, inútil,
vivir por vivir, de loco.

Perder te tocó, hasta ahora,
pero no fue por perder,
resultados vendrán pronto
y tú los has de tener.

A partir de este momento,
empezarás a ganar,
mas no desprecies tu vida,
no te vayas a estancar.

Has luchado por ganar
y, por fin, lo has conseguido
y, aunque tu no te des cuenta,
has ganado, no has perdido.

Vive la vida, contenta,
no hagas caso de los daños,
¡vive la vida, vive!,
que solo son unos años.

Perder por perder, no vale,
ganar por ganar, tampoco...

12-6-74


¿Si, luego, has de morir,
de qué te sirve esta lucha,
Si el futuro, que tú esperas,
nadie te lo asegura?

¿De qué te sirve el ahinco,
con que haces muchas cosas,
si sabes que, cualquier día,
se pueden derrumbar todas?

¿Para qué vas a luchar
por conseguir hermandad,
si tus propios defendidos,
buscarán desigualdad?

¿Para qué perder tu vida
por conseguir a tu amada,
si sabes que, cualquier día,
te atacará por la espalda?

¿Por qué poner interés
en ayudar al amigo
que, hasta que no te destroce,
no se dará por vencido?

¡No luches más, pobre imbécil!
¡Dedícate a vivir!
¿De qué te sirve esta lucha,
si, luego, has de morir?

12-6-74


Yo soñé que eras mi hermano,
yo soñé que me querías,
yo soñé que de la mano
me cogías.

Era un sueño de una noche,
era un sueño, maravilla,
era un sueño, no un reproche
¡qué alegría!

Yo soñé que me ayudabas,
yo soñé, como en mis versos,
yo soñé que tu me amabas
y eran sueños.

Era un sueño, era mentira,
era un sueño muy pequeño,
era un sueño, por desdicha,
sólo un sueño.

30-8-74



Te amo tanto, que si no existieras,
tendría que inventarte,
tendría que inventar tu cara,
tu cuerpo, tus ideas...
si no fuera capaz de hacerlo,
moriría.
Y, como no existes,
necesito imaginarte,
imagino tu voz, tus ojos,
tus ideas, locas pero sensatas,
la poesía de tu expresión...
Y, en cada persona que pasa a mi lado,
en cada chica que se acerca a mi,
encuentro algo tuyo,
algo que me dice que puedes estar ahí,
pero solo son sueños,
sueños de desesperación,
a veces, te he visto tan claramente,
que casi no he podido resistir,
en el cuerpo de la niña loca,
que quería ser mujer, a toda costa,
y quería coger el mundo con una mano,
para acariciarlo, dulcemente, con la otra,
en la mujer, con cuerpo de adolescente,
de voz suave y ojos divinos,
que, alguna vez, me han llenado de su llanto
y me han hecho sentir útil,
en ambos cuerpos estabas,
pero no, en sus corazones.
Se que, un día, he de encontrarte,
sin embargo, tengo miedo,
miedo de que no llegues a tiempo,
de que, cuando me encuentres,
sea demasiado tarde
y me haya hecho tanto a los sueños,
que sea incapaz de descubrirte.

13-9-74



¡Hay, che! ¡Qué lindo es vivir
al compás de la guitarra!
Mamando vino en la jarra,
aprendiendo a no sufrir
y gritarle, a los paisanos,
que la vida es una farra
y que la muerte y su garra
son pensamientos malsanos,
decir que, por imprudente,
murió el gaucho en su ranchito
o porque fue atrasadito,
pero no por indecente.
Vivir, mamando del vino,
rodeadito de mujeres,
brindando por los placeres
que nos da este buen padrino,
porque, vino, Juan, sin vino
y se quedó sin quereres. 

25-10-74 



No sé por qué
me siento tan a disgusto con mi entorno,
siempre las mismas caras,
siempre las mismas formalidades,
la monotonía, que vivo diariamente,
me está convirtiendo
en un ser sin alicientes,
en alguien que actúa por costumbre,
sin ningún tipo de iniciativa,
por eso, quisiera romper
con todo cuanto me ata a la monotonía,
pues es ella quien me impide
la redención de mi personalidad,
la consecución de un ideal.
Nadie hace caso de esto
y, sin embargo, todos sufren,
pero sufren resignados,
como si, vivir estancados,
fuera lo mejor que pudieron hacer.
Creo que, en la ruptura de moldes,
en la improvisación,
se encuentra la verdadera vida,
tan ansiada por muchos,
pero, para su consecución,
es necesario ver bien claro
que estamos vegetando,
de una manera inútil,
que no nos conducirá a ninguna parte.
He de construir, como sea,
esta forma de vida
y alcanzar la tranquila felicidad,
la paz que deseo
y no puedo consentir,
de ninguna manera,
que nadie se oponga a su consecución.

8-11-74



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