6.- Ley de Causa y Efecto: Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la Ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no reconocida.
No existe el azar ni la buena o mala suerte, sólo resultados.
Esta ley funciona perfectamente en todos los planos y realiza todo lo que sembramos, en pensamiento, palabra y obra. Viene a confirmar que todo lo que hacemos pone en movimiento una causa y ésta trae una consecuencia y que será positiva o negativa, dependiendo de la causa puesta en movimiento.
Si cambiamos la calidad de nuestros pensamientos, cambiamos nuestra calidad de vida. Todo lo que somos es el resultado de nuestro modo de pensar y nuestra actitud.
Nada sucede por accidente, siempre es un flujo de efectos y causas.
Todo pensamiento que pensamos, todo acto que ejecutamos tiene sus resultados directos o indirectos que se ajustan en la gran cadena de causa y efecto, en nosotros y en aquellos con quienes interactuamos.
Todos nuestros pensamientos, palabras y actos, son energías que ponen en marcha la Ley y es en esto, que se pone de manifiesto nuestra disposición de Libre Albedrío, ya que sabemos que podemos controlar los efectos, observando la Ley y seleccionando previamente lo que pensamos, decimos o hacemos.
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