2.- Ley de Correspondencia: Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba.
El Universo es fractal, como es arriba es abajo, como es adentro es afuera. Es en muchos sentidos una ley que explica muchas otras leyes. Establece «que lo que hay afuera es una proyección de lo que hay adentro».
El mundo exterior es un fiel reflejo de nuestro mundo interior. Podemos saber lo que está pasando dentro de nosotras con solo fijarnos en lo que está pasando a nuestro alrededor. El mundo externo expresivo se corresponde con el mundo interno pensante y emocional.
Así, nuestra salud será la que configuren nuestras actitudes mentales internas.
Podemos palpar el cuerpo físico, pero no hay forma de ver o tocar un pensamiento. Solamente podemos deducir que este existe por los efectos que produce.
Nuestra forma de conducirnos corresponde en todo momento con nuestro estado mental. En el cuerpo humano todo es mente. Cada célula es inteligente y guarda la información que le corresponde y tiene la habilidad de comunicarse instantáneamente con las demás células. Estas capacidades son reales, pero no podemos verlas ni tocarlas. Por ejemplo: nos golpeamos el dedo gordo del pie e inmediatamente el sistema nervioso y el cerebro lo saben y reaccionan.
Todo se manifiesta desde el interior hacia el exterior. Hemos de convertirnos internamente en personas distintas si queremos conseguir externamente resultados diferentes.
A muchas no nos gusta lo que vemos reflejado en el espejo de nuestras vidas y tratamos de cambiarlo limpiando el cristal, en lugar de cambiar lo que reflejamos.
El mundo exterior es un fiel reflejo de nuestro mundo interior. Podemos saber lo que está pasando dentro de nosotras con solo fijarnos en lo que está pasando a nuestro alrededor. El mundo externo expresivo se corresponde con el mundo interno pensante y emocional.
Así, nuestra salud será la que configuren nuestras actitudes mentales internas.
“Cambia el pensamiento y sanarás tu cuerpo” (Hermes)
Podemos palpar el cuerpo físico, pero no hay forma de ver o tocar un pensamiento. Solamente podemos deducir que este existe por los efectos que produce.
Nuestra forma de conducirnos corresponde en todo momento con nuestro estado mental. En el cuerpo humano todo es mente. Cada célula es inteligente y guarda la información que le corresponde y tiene la habilidad de comunicarse instantáneamente con las demás células. Estas capacidades son reales, pero no podemos verlas ni tocarlas. Por ejemplo: nos golpeamos el dedo gordo del pie e inmediatamente el sistema nervioso y el cerebro lo saben y reaccionan.
Todo se manifiesta desde el interior hacia el exterior. Hemos de convertirnos internamente en personas distintas si queremos conseguir externamente resultados diferentes.
A muchas no nos gusta lo que vemos reflejado en el espejo de nuestras vidas y tratamos de cambiarlo limpiando el cristal, en lugar de cambiar lo que reflejamos.
La ley de la correspondencia constituye el principio fundacional de casi todas las religiones y escuelas del pensamiento y es la clave de la libertad personal y de la felicidad.
Toda casualidad es mental.
Si cambias tu modo de pensar cambias tu vida.
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