Cantad alto, para que se escuche
la voz del poeta llorando su tierra,
esa tierra que se está muriendo,
que se está pudriendo en manos ajenas
y, si un día, el poeta muriese
y faltara su triste canción,
morirían la tierra y sus hombres,
quedaría un mundo sin amor
y por eso, yo quiero cantar,
cantar despacio, pero bien fuerte,
para que oigan mi voz esos perros,
esos perros que quieren mi muerte.
Mi muerte vendrá, pero mis manos
habrán luchado contra su espada
y, si no vencí, habré logrado
arrancarla de mi espalda.
19-7-74
¡Qué triste es tener dos madres
y, llorando por las dos,
no poder darles ayuda
ni favor!
¡Qué triste, que tus hermanos,
en inmensa mayoría,
no se preocupen de ellas
en su vida!
¡Qué triste, al ver que se mueren,
no poderlo remediar
porque tus propios hermanos
te odiarán!
¡Qué triste, esto, compañero,
ver que cuenta no se dan,
de que si sus madre falta,
morirán!
14-8-74
Mis versos suenan a poco,
pero quieren decir tanto,
que, al ver que nadie me escucha,
no puedo aguantar mi llanto.
Yo lloro por todo hombre,
que necesita una ayuda,
yo solo no puedo hacerlo,
preciso que alguien acuda.
Tú me escuchas y no vienes,
porque te domina el miedo
y, aunque veas que se muere,
no quieres mover ni un dedo.
No sabes que, dedo a dedo,
perdería, yo, las manos,
por conseguir que los hombres
no fueran tan inhumanos.
Pues, bien, quédate sentado
a la sombra del mayor,
pero si me necesitas,
no tengas ningún temor.
Si necesitas mi ayuda,
llámame, no tengas miedo,
no guardo rencor a nadie
y ayudo a todo el que puedo.
3-9-74
Porque soy cobarde
y no puedo afrontar la realidad,
lloro.
Porque no ve nadie
que tengo en mi alma soledad,
lloro.
Porque es, ya, tarde,
para cambiar la triste realidad,
lloro.
Porque no hay nadie
que vea en esto una necesidad,
lloro.
Lloro, cobarde
y nadie, aunque tarde,
quiere ser alguien.
16-9-74
Les hablo con palabras
y oyen gritos,
les hablo de alegrías
y oyen penas,
les muestro mi esperanza
y ven un hijo,
les muestro mi desdicha
y ven su huella.
16-9-74
Libertad, sentimiento embotellado
en el cuerpo de una triste juventud,
Libertad, muchos hombres te han ansiado,
pero nadie pudo encender tu luz,
esa luz de victoria que persiguen,
encerrada en sus manos la mantienen
y la buscan, pero nunca la consiguen,
pues no saben, ni siquiera, lo que tienen.
18-9-74
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