Estaba preparando una nueva entrega "para nadie", que ya me leerá, alguna vez o no y se me ha cruzado otro asunto por delante, así que pospongo esa entrega y la dejo pendiente, porque lo que quiero denunciar, ahora, y sí, he dicho denunciar, porque es para denunciarnos, lo que estamos haciendo, es esa indolencia apática que practicamos sin querer.
Todas estamos conmocionadas por los sucesos con los que nos bombardean a diario, sin tregua, desde los "mierdos de descomunicación" porque, hay algo que se nos escapa de nuestro conocimiento y es que el mal no tiene "vacaciones" como nosotras, las que aun podemos disfrutarlas, gracias a dios (Dinero).
Nuestro país, a través de nuestro máximo representante, el Rey, con nuestro consentimiento (le llaman Democracia Representativa y Monarquía Parlamentaria), vende armas a Arabia Saudí, donde impera una Monarquía Absoluta dictatorial, misógina, genocida, que se está cebando, por ejemplo, en el exterminio de Yemen, la única república de la península arábiga y país más pobre de Oriente Próximo, mientras, en Arabia decapita (no es una alusión retórica) a homosexuales y encarcela mujeres activistas defensoras de los Derechos Humanos.
La oleada de pateras cargadas de emigrantes, que intentan atravesar el Mediterráneo huyendo del terror que está "limpiando" la zona de gente indeseable para el Nuevo Orden Mundial, como se ha hacho en Libia, Iraq, Siria... repito, con nuestro consentimiento implícito en nuestra "ceguera ficticia" de ojos que no ven, corazón que no siente y nuestra colaboración como país, suministrando armamento, mandando a nuestro ejército, o simplemente, quejarnos oficialmente, blablabla y seguir haciendo lo mismo...
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