jueves, 15 de marzo de 2018

Poemario 1976 (5)

Habré muerto en soledad
o en compañía de nadie,
le habré robado a mi cuerpo
el motivo de sus preocupaciones
y habré dejado, tras de mí,
un poco más que proyectos
y un mucho menos que realidades.
Y, algunos años más tarde,
algún buitre carroñero,
que revuelva entre mis restos,
encontrará estas gotas de llanto,
derramados, al consuelo del papel
y, tal vez, entonces, alguien descubra
que existió, un día, un poeta,
que reventó sus grilletes
al sentirse anónimo.

4-76


Necesito el refugio de mi fantasía
para poder construir, con su néctar,
la impermeable capa protectora
que aísla mi yo del hombre externo,
del hombre que alquila su intelecto
a la función maquinal que cosifica su ente,
en un alarde de materialización de ideas
del hombre que lucha contra el hombre
para llegar a ser más que el hombre,
del que camina hacia la autodestrucción
inventando, cada día,
del que destroza su cuerpo
en una estúpida carrera de potencia,
del que limita la idea al conocimiento.
Y, el día que muera,
espero haber conseguido del hombre
su opinión de mi idiotez.

5-76


Venid hacia este pobre hombre,
horrendos compañeros de las tinieblas,
él os espera con ansiedad
para demostraros lo mucho que puede daros
a cambio de vuestras feas máscaras
y vuestros espantos de tradición.


Acercaos un poco más hacia él
y no temáis que os aplaste con su fuerza,
él no sería capaz de lastimar
a tan beneficiosas criaturas
en un día tan importante como hoy.
Venid, corred, amigos míos,
que pronto comenzará el festival
donde danzan los mejores
con sus preciosos brazos de oro,
entre las densas nubes de perfume,
venid al festival del Mundo
y traed vuestra invitación y vuestra maleta,
me interesa mucho la maleta
con su carga de ideas.
A las doce de la noche
estallará la revolución del intelecto,
no habrá más sibaritas,
no habrá más dictadores,
no habrá más millonarios.
Con el contenido de vuestra maleta,
yo seré el amo del mundo,
animaos y venid,
el emporio de lo absurdo
se está gestando en estos momentos,
venid… ¡Qué hermosos sois!

6-76 


Ideas contradictorias surcan mi cerebro
y, acariciando mis labios,
brotan, rompiendo el silencio
y golpean mis sentidos, como mazas,
destrozando el último vestigio de inocencia.
Le tengo miedo al futuro,
que irrumpe, día a día, en mi vida,
con aire gélido de muerte y evidencia
de un vegetar diario e inconsciente;
como le tengo miedo al pasado,
vacío de significados.
Me siento incapaz de luchar por algo,
que posiblemente, no existe
y las ideas se entrelazan entre sí,
confundiendo la verdad con la mentira.
Es la crisis de una vida
entregada al egoísmo de otros
o perdida, tontamente, entre ilusiones.

6-76

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