martes, 29 de mayo de 2018

Poemario 1973 (2)



Eres una gran persona
y no te voy a alabar
eres bueno y muy honrado,
pero tienes un gran mal,
te gusta sobresalir
sobre todos los demás
y, por eso, a mucha gente,
puede que les caigas mal.

No, no te sirven excusas,
no es tu personalidad,
lo que te obliga a esas bromas,
que acostumbras a gastar,
no es que seas muy alegre
ni que te guste jugar.

Es, que no tienes, en tí, 
ninguna seguridad
y eso, hace que no tengas
esa personalidad,
necesaria en esta vida,
para saber escuchar.

1973


Comentando, te dijeron:
"Tienes madera de santo"
y tú, te enorgulleciste
y te quedaste pensando
que podría ser verdad,
pero, al cabo de un buen rato,
llegaste a la conclusión
que, en vez de bueno, era malo.
Los libros de nuestra Iglesia
no hablan de ningún santo
que haya sido de madera
ni hablan, en sus relatos,
de la madera de apóstol
que tenía San Fulano
y la madera se quema,
por eso, ve con cuidado,
porque, aparte de madera,
necesitas un Calvario
con miles de sufrimientos
para llegar a ser santo.

1973


Yo te digo, en una carta,
piénsalo de corazón
y contesta lo que sientas
acerca de esta ilusión,
que tengo dentro del alma:
el deseo de tu amor.
Tú te pusiste muy seria,
diciendo: Lo siento, no.
¿Es que acaso no te gusto?,
¿tan poco te importo yo?,
¿es poco lo que te ofrezco,
alma, vida, corazón,
sueños, tristeza, alegrías,
sacrificios... todo yo?,
para que tú me respondas
tan solo, lo siento, no.
Removí mis sentimientos
y aguardé con ilusión
ese sí, tan deseado,
que tú cambiaste por no
y, todo cuanto te quiero,
en desprecio torno yo,
hacia esa frase maldita
que dice: lo siento, no.

3-73


Amor es estar contigo,
mirándote siento amor,
amor son tus limpios ojos,
tu suave pelo es amor,
tus labios color de rosa,
tu voz, que me da calor
por ser suave, dulce, alegre...
todo esto, en mi interior,
guardo como un tesoro
pues, para mi, es el amor.

3-73


Todo, en él, era tristeza,
todo, en él, melancolía,
siempre soñando en amar
y ser amado, algún día.
Un día, tuvo un amor,
si era amado, no sabía,
su ilusión era muy grande,
pero poco duraría.
Le escribió una carta, a ella,
diciendo que, su alegría,
si contestaba que si,
para siempre duraría.
Ella le dijo que no,
porque muy poco sabía
acerca de aquel muchacho,
que tan poco conocía.
El muchacho lo sintió
más, jamás insistiría
y, más tarde, pudo ver
que ella con otro salía.

3-73


A los "limpia" de Canaletas

Tú, que limpias los zapatos
y los dejas como nadie,
te mereces lo mejor,
pues te tomas con desaire
el que digan: "Oye, mira,
por el suelo, como un nadie."
Más, no saben que tú puedes
ser mejor que muchos "alguien",
que tienen mucho dinero
y son unos miserables,
que no pueden disfrutar
el ser libres como el aire.

4-73


Padre de todos nosotros,
buenos, malos, ricos, pobres,
que estás en todas las partes,
santificamos tu nombre,
hágase tu voluntad,
venga, a nosotros, tu reino,
te obedeceremos siempre,
en la Tierra y en el Cielo,
danos, hoy, nuestra comida,
perdona nuestras ofensas,
nosotros perdonaremos
a todo el que nos ofenda,
aléjanos del peligro,
no nos permitas pecar,
no quremos condenarnos,
líbranos de todo mal.
Amén.
Con esta oración, queremos
darte a entender, Padre nuestro,
que te amamos y servimos
porque eres nuestro consuelo,
pero también te pedimos,
dueño de todo lo nuestro,
que nos enseñes el rumbo
para llegar hasta el Cielo.

4-73


¿Cómo, siendo tan joven, puede ser,
que ya te hayas cansado de vivir?
¿Por qué, ni siquiera, paras a ver
lo que pasará si te ven morir?
¿Qué hará, sin ti, tu madre,
sin nadie que la anime a proseguir
y, tras morir tu padre,
no tenga a dónde ir
ni un hijo que la ayude a no sufrir?
¿Qué pasará cundo te necesite,
cuando eche a faltar tu gran cariño,
cuando su corazón ya no palpite,
xuando ya no tenga tu amor de niño,
cuando no pueda besarte, aunque quiera...?
tal vez, al faltarle tú, se muera.
Aparta de tu mente esas ideas
de muerte, de suicidio y sufrimiento
y piensa, claramente, en lo que veas,
que hable el corazón y el pensamiento,
no quieras ser, lo que, en verdad, no seas
ni pienses que sólo habrá tormento,
quien cree en la palabra del Señor,
encuentra, en nuestra vida, lo mejor,
es tu alma, escúchala:
"Baja y consuela a tu madre
y, cuando muera tu padre,
dale un beso, abrázala
y, para siempre, ámala,
no te apartes de su lado
que, al morir un ser amado,
es necesario sentir
el deseo de vivir
que nos da otro ser amado.

4-73




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