He cometido el error
de creerme superior a vosotros.
Otra vez no ocurrirá.
9-2-77
¿Por cuántas calles habré de pasar
y cuántos caminos habré de atravesar
hasta encontrarte a mi lado, entre las sombras?
¿Cuántas mentiras habré de decir
y cuántos poemas habré de romper,
antes de que me digas la verdad
y recuerdes las tardes que no pasamos juntos?
¿Cuántas veces te habré de suplicar
y cuántas, mis ojos habrán de llorar,
para que vengas sin persuasión?
¿Cuántas veces habré de morir
y cuántas más, reencarnarme en ti,
antes de que te reflejes en mi?
15-2-77
Hubo un hombre
en un lugar,
que murió.
Ahora,
no.
15-2-77
Te recuerdo casi quinientas veces diarias.
El tiempo es injusto con nosotros,
que jamás quisimos esperar.
Atentamos contra él, en su momento,
para que él, con paciencia,
pudiera encontrar esta ocasión de venganza.
Siempre hemos sido igual de irresponsables.
16-2-77
Cada vez que lo recuerdo,
el rojo emborrona mi rostro,
tal vez, de vergüenza,
tal vez, de rabia
y más de una vez, me he arrepentido
de haberme marchado sin pedirte perdón.
Espero que algún día leas esto
para dejar tranquila mi conciencia,
no sé si te hice daño,
supongo que sí,
porque, en aquellos momentos,
actuaba sin razón alguna.
Estoy, aún, aturdido
por la resonancia de tu silencio
y en medio de la confusión
veo aparecer tu imagen,
mezcla de niñez y brujería,
reprochando, una vez más.
Espero que, algún día, leas esto
Para dejar tranquila mi conciencia.
18-2-77
Cuando el hombre descubra
que su vida no vale lo que cree,
que es la otra,
la que desperdició,
la que verdaderamente vale,
será demasiado tarde,
pues ya su muerte,
no esta,
la que verdaderamente vale,
habrá llamado a su puerta
con la resignación
del que se sabe menospreciado.
20-2-77
- ¿Pasaron, ya, aquellos tiempos
en que lo blanco era puro,
lo trágico, romántico
y lo fantástico, envidiable?
¿Pasaron, ya, los tiempos
del que dejaba la vida
por la mujer que, cada mañana,
regaba las rosas de su balcón,
encubierta por un velo transparente?
¿Pasaron, ya, aquellos tiempos,
en que la lucha era lucha
y el obrero, más obrero
y el hombre, hombre
y la mujer, mujer?
¿Acaso, no se muere, ya, por amor?
¿Acaso el obrero es menos obrero,
la mujer, más hombre
y el hombre, menos?
- Si.
- ¡Cielo Santo!
22-2-77
Salvo por algún detalle
sin importancia apreciable,
eres tú quien me ha de demostrar
que el movimiento de los objetos
está sujeto a nuestro estado de ánimo.
Salvo por algún detalle,
serás tú quien abra mis ojos
y utilice sus pupilas
en bien de nuestra juventud.
Salvo por un detalle,
inapreciable en principio,
serás tú quien amortaje mi cuerpo
y llore mi alma
con un canto gregoriano.
Salvo por algunas pequeñas cosas,
tú serás mi mujer.
22-2-77
Colmad vuestras esperanzas de futuro
con la sangre de los impotentes,
mientras podáis hacerlo,
seréis los amos del mundo.
23-2-77
Ella ha de ser
perfecta e imperfecta,
mujer y niña,
inocente y astuta,
inteligente y cándida,
vergonzosa y atrevida,
egocentrista y sincera.
23-2-77
Día a día,
destruyo un mundo
que me repele
e insiste en reencarnarse,
día a día.
Sé que pronto,
la vida es un instante,
el mundo que yo odio
se alzará triunfante sobre mi vida.
Hasta entonces,
llevado por mi estéril profesión de hombre,
golpearé con mi cabeza, hasta la histeria,
sus potentes muros.
23-2-77
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