En el Ágora Juan Andrés Benítez, no hace mucho tiempo, un tal Facho, representante legal de la propiedad legal y dos guardaespaldas legales, mezcla de desokupas y anti disturbios, se personan en la puertas de un espacio sagrado, ya que sagrado es todo aquello que merece un respeto excepcional y no puede ser ofendido, recuperado ilegalmente por las vecinas en memoria de una persona que murió asesinada, en mitad de la calle, al otro lado del muro, víctima de la fuerza y el abuso machista y homófobo de la policía legal, representante del Estado legal. Facho y compañía vienen con la misión de advertir, a las okupas ilegales ignoradas, de la inminencia del desalojo de esa propiedad privada, ya que la propiedad ha presentado una demanda de desahucio.
En la entrada del solar, bautizado como Ágora, uno de los guardaespaldas legales hace sonar una sirena y ambos van abriendo paso a Facho, hasta el escenario donde los okupas ilegales celebran sus mítines ilegales y siempre tienen la megafonía preparada para sus algaradas.
El solar, de propiedad privada y okupado ilegalmente, está abarrotado de terroristas anti sistema disfrazados de vecinas, con evidentes pocas ganas de escuchar y entrar en razón. Una vez en el escenario, Facho se hace con uno de los micrófonos para dirigirse a la multitud congregada:
-Vaya, para ser tan pobres, están bien preparados estos... A saber de donde habrán sacado todo esto...
El micrófono estaba conectado y el poco afortunado comentario no es recibido con agrado por las vecinas, que no paran de increpar a los intrusos. Facho continúa su discurso, impertérrito:
-Bueno, buenas tardes y que no cunda el pánico, que venimos en son de paz y en busca de un acuerdo. Mis acompañantes solo vienen por seguridad, porque últimamente, en este barrio se ha instalado la violencia, la drogadicción y el narcoturismo...
La multitud arrecia los gritos, pero el improvisado orador continúa, como si el tumulto no fuese con él...
-Y, además, hay una costumbre, muy extendida en estos suburbios, de matar al mensajero y eso es lo que yo soy, un mensajero de paz, que, en representación de la propiedad legal, he venido a intentar resolver, por las buenas, este desagradable altercado que vosotros habéis originado por las malas. Quede bien claro, pues, que no soy el propietario, sino que simplemente, trabajamos para la propiedad. Si hubiera alguien, aquí, que trabaje o que haya trabajado, alguna vez en su vida, si queda tiempo entre alcohol y drogas, entenderá que hago lo que me mandan, porque vivo de ello y no, del cuento, como tantos...
-Traigo un acuerdo, de parte de la propiedad, y quiero hablar con el... iba a decir el responsable, pero todo este follón que habéis organizado, no es cosa de gente muy responsable, que se diga... ¡habéis convertido un solar, en pleno centro de Barcelona, en un patatal!... porque, a ver, si os pensáis que, poniendo cuatro plantas, se hace un jardín y además, los jardines o los huertos o lo que sea que queráis llamarle a esto, se hacen en la casa de uno, no en el el solar de otros... ¿quién es el cabecilla de todo esto?
El alboroto es tan grande, que resulta imposible entender una palabra.
-A ver, a ver, a ver... vamos a aclarar unos conceptos, que parecen escaparse del entendimiento de la mayoría, por lo visto. Vivimos en una democracia constituyente y la propiedad privada es un derecho constitucional. Yo represento a los propietarios legales de este solar, que no sois vosotros ¿no? ¿o os dieron las escrituras, cuando entrasteis aquí por la fuerza?
Las vecinas arrecian sus voces y sus increpancias van in crescendo...
Las vecinas arrecian sus voces y sus increpancias van in crescendo...
-No me estáis entendiendo, porque no me estáis escuchando y por eso, quiero hablar con el responsable de todo este barullo, alguien os convocará, porque aquí no vivís, me consta, os trajeron una citación y aquí no había nadie... Por cierto, no sé si os habéis percatado, que no iba dirigida a ocupantes desconocidos, que es lo que se pone normalmente, no, ponía: a los "ocupantes ignorados"... Sí, porque, desgraciadamente, es lo que está haciendo la justicia, ignorar a los que se están saltando las leyes y perjudicar a los propietarios legales...
No vengo a buscar pelea, vengo a hablar con quien mande aquí, pero, si os empeñáis en vuestra opacidad, hablaré con "todos, todas y todes", para que veáis que podemos entendernos... hablo vuestro idioma... Este solar se compró, "con dinero", para construir un hotel, pero llegó la crisis y no pudo ser porque, con todo lo que digáis, a los ricos también les afectó la crisis y después, para rematar, los populistas prookupas llegaron al Ayuntamiento, porque los okupas sois como una plaga, que os metéis por todas partes, y ahora, los populistas dicen que ya no se pueden construir hoteles y, encima, pretenden que los propietarios hagan el trabajo que corresponde a la administración: ¡construir vivienda social! ¡Lo que nos faltaba!
-Si el ayuntamiento quiere vivienda social aquí, que la haga. La propiedad no tiene inconveniente en venderles el solar y listos. Pero, a precio de mercado, que esto es el centro de Barcelona y a la propiedad le costó un dinero, en su momento. ¡Ah, pero les parece caro! Es que estamos en el centro de una de las ciudades más importantes del mundo y en todo el mundo, en el centro vive quien lo pueda pagar... y las viviendas sociales se hacen en el extrarradio, que en una sociedad avanzada, es al único extra que pueden aspirar los pobres. Lo siento, es así... Pero, a lo que venía, yo sé por qué no queréis que salga el responsable, porque todos sabéis que lo que estáis haciendo es ilegal. Bueno, pues a todos, todas, todes los, las, les "autogestionados, autogestionadas, autogestionades" me dirijo: La propiedad está totalmente en contra de la violencia y queda bien claro, porque nunca nos hemos metido con nadie de aquí, a pesar de vuestros escraches y vuestros acosos... la propiedad no está de acuerdo con ningún tipo de violencia. ¿Verdad?
La pregunta va dirigida a los guardaespaldas, que asienten sonrientes. Desde retaguardia, las vecinas llaman a reunión. Algo está a punto de suceder. La amenaza de Facho se desbocan:
-Le habéis puesto a este solar el nombre de un tío que la propiedad jamás conoció y que, por lo visto, según se dice, murió violentamente, pero ¿dónde?, ¿aquí? ¡No, ahí fuera! ¿Y quiénes lo mataron? ¿Los propietarios del solar? ¡No! Pero, no habéis ocupado la calle, ni la comisaría de los mossos, ¡no, claro!, habéis ocupado el solar de un propietario con problemas económicos ¡qué fácil ¿no? ¿Por qué no ocupaís la calle y la convertís en huerto o en lo que os de la gana? Y dejáis que los propietarios legales hagan lo que quieran con sus propiedades, que para eso las han comprado legalmente, no ocupado violentamente. Traemos un trato, por el bien de todos, todas y todes y, sobre todo, por el bien de Barcelona, una ciudad de acogida, que nunca ha cerrado sus puertas a nadie. A nadie que venga a trabajar o a invertir, no a robar y a llenar los barrios de droga, prostitución y violencia...
Finalmente, la gota colma el vaso. Una vecina, Super Gata Raval Rebel, salta sobre el escenario sorprendiendo a la comitiva. Los guardaespaldas protegen a Facho y Super Gata sentencia:
Las vecinas, en retaguardia, hace rato que han dejado de prestar atención al facho, de hecho, lo han ignorado desde el principio, y preparan sus pancartas, para salir a manifestarse. En primera linea, las vecinas no pueden dejar de vociferar indignadas, ante la creciente desfachatez de Facho:
La pregunta va dirigida a los guardaespaldas, que asienten sonrientes. Desde retaguardia, las vecinas llaman a reunión. Algo está a punto de suceder. La amenaza de Facho se desbocan:
-Le habéis puesto a este solar el nombre de un tío que la propiedad jamás conoció y que, por lo visto, según se dice, murió violentamente, pero ¿dónde?, ¿aquí? ¡No, ahí fuera! ¿Y quiénes lo mataron? ¿Los propietarios del solar? ¡No! Pero, no habéis ocupado la calle, ni la comisaría de los mossos, ¡no, claro!, habéis ocupado el solar de un propietario con problemas económicos ¡qué fácil ¿no? ¿Por qué no ocupaís la calle y la convertís en huerto o en lo que os de la gana? Y dejáis que los propietarios legales hagan lo que quieran con sus propiedades, que para eso las han comprado legalmente, no ocupado violentamente. Traemos un trato, por el bien de todos, todas y todes y, sobre todo, por el bien de Barcelona, una ciudad de acogida, que nunca ha cerrado sus puertas a nadie. A nadie que venga a trabajar o a invertir, no a robar y a llenar los barrios de droga, prostitución y violencia...
Finalmente, la gota colma el vaso. Una vecina, Super Gata Raval Rebel, salta sobre el escenario sorprendiendo a la comitiva. Los guardaespaldas protegen a Facho y Super Gata sentencia:
-¡Eso no lo podemos tolerar!
-¡Ah! ¿Tu eres la que manda?
-¡No! ¡Aquí no hay jefes!
-Bueno, la cabeza visible... es ovbio...
-¡No, soy el espíritu rebelde del barrio!
-Vale, lo que quieras... ¡Cuanto mal está haciendo la droga! A ver... traigo un acuerdo para que este problema quede resuelto legalmente. Si queréis quedaros el solar, compradlo y ya está. La propiedad está dispuesta a vender... podéis hacer un crowdfunding de esos que soléis hacer, para que, los que trabajan, paguen vuestras aventuras...
-¡No, no y no!
-Ya sabíamos la respuesta. Por eso, traigo una segunda propuesta: recogéis vuestras cosas, desocupáis esta propiedad, que es privada, y retiramos la demanda...
-¡El barrio no está en venta! ¡Las vecinas resistiremos! ¡Fuera de aquí!
-Bueno, como queráis... tenéis unos días para pensarlo... Nos vamos, nos vamos... Haya paz...
Facho y sus guardaespaldas abandonan el Ágora indemnes.
-¡Ah! ¿Tu eres la que manda?
-¡No! ¡Aquí no hay jefes!
-Bueno, la cabeza visible... es ovbio...
-¡No, soy el espíritu rebelde del barrio!
-Vale, lo que quieras... ¡Cuanto mal está haciendo la droga! A ver... traigo un acuerdo para que este problema quede resuelto legalmente. Si queréis quedaros el solar, compradlo y ya está. La propiedad está dispuesta a vender... podéis hacer un crowdfunding de esos que soléis hacer, para que, los que trabajan, paguen vuestras aventuras...
-¡No, no y no!
-Ya sabíamos la respuesta. Por eso, traigo una segunda propuesta: recogéis vuestras cosas, desocupáis esta propiedad, que es privada, y retiramos la demanda...
-¡El barrio no está en venta! ¡Las vecinas resistiremos! ¡Fuera de aquí!
-Bueno, como queráis... tenéis unos días para pensarlo... Nos vamos, nos vamos... Haya paz...
Facho y sus guardaespaldas abandonan el Ágora indemnes.
Dos días después, misteriosamente, la demanda queda suspendida...
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