Serie: Escenas cotidianas
Título: ¡Cómo está el servicio!
Esta historia está ideada para realizarse en blanco y negro y ocupa dos páginas. Ambas páginas estarán rodeadas por una especie de marco de madera labrada y las viñetas aparecen dispuestas como las fotos de un álbum, cogidas a la hoja por las esquinas. En la cabecera de la primera página hay un adorno en forma de orla, con una inscripción labrada en la propia madera. Los dibujos son realistas, a pesar del carácter humorístico de la historia, no caricaturizados.
INSCRIPCIÓN: ESCENAS COTIDIANAS presenta: ¡Cómo está el servicio!
- Es de día. Esta viñeta puede ser de forma alargada. Una gran avenida con intensa circulación (3 carriles por lado). En el centro de la calzada, una isleta de peatones, si la panorámica lo permite, las isletas serán varias, a lo largo de la avenida, estando la que nos interesa en primer término. Ésta tiene forma de lengua en posición erótica, sin que en ningún momento pierda su aspecto real y creible, tipo arquitectura de Gaudí, jugando con los jardincillos. En la parte gruesa de la lengua, una escalera se interna en el suelo. El hueco de la escalera es rectangular, paredes alicatadas de azulejos blancos rectangulares. Presidiendo la entrada a la escalera, dos farolas de hierro, entre las que cuelga una cadena combada, que sujeta un letrero de chapa con forma de rombo tumbado, con la inscripción. INSCRIPCIÓN: ESCENAS COTIDIANAS presenta: ¡Cómo está el servicio! Todo bastante sucio y abandonado (todos los escenarios que tengan relación con el urinario presentan aspecto antiguo y abandonado). Dos pasos de cebra a ambos lados de la isleta. Por uno de los pasos de cebra avanza una joven con un cochecito de bebé, en sentido contrario, dirección a la isleta, cruza un hombre calvo, que será el protagonista de las próximas viñetas.
- Nuestro personaje desciende por la escalera. Es un jubilado de unos 65 años aprox., bastante bien conservado, estatura media, calvo, cejas grises abundantes, aire bonachón y despistado, sonrisa boba. Viste traje oscuro, lleva gabardina clara abierta. Arriba, un perro con la pata levantada, marca una de las farolas.
- (Viñeta enfocada desde el punto de vista del hombre que desciende) Al final de las escaleras, un descansillo donde hay dos puertas de madera con cristales en la mitad superior, abiertas hacia afuera. Por la de la izquierda, sale un punki con cara de satisfacción, enorme cresta y toda la parafernalia. Por la puerta de la derecha asoma el final de una cola que se interna en el recinto de urinarios. El último de la cola es un hombre con pinta de oficinista, que lee el periódico, delante suyo, un joven en chándal, delante de éste asoma el pelo rizado de una mujer.
- Nuestro hombre está en el rellano, indeciso. con cara de sorpresa. Hay cola en la puerta derecha, mientras que, por la puerta izquierda, se ven varios urinarios de pie vacíos. Duda entre entrar por la izquierda o ponerse a la cola.
- Viñeta alargada que cierra página. El recinto es rectangular y el enfoque de la viñeta parte del ángulo superior izquierdo, frente a la puerta. Nuestro hombre acaba de entrar en el recinto y mira hacia la parte derecha de la imagen con cara de asombro. Frente a él, una fila de 8 o 9 urinarios, de los de pie, vacíos y solo uno, el último, con una cola de nueve personas, está ocupado por un hombre bastante gordo, tras él, un estudiante con libros bajo el brazo, detrás, un cura de los de sotana negra y gorro tipo platillo volante, tras él, un excursionista con mochila enorme a la espalda, detrás, dos jovencitas colegialas, que charlan animosamente y los tres últimos, la señora de pelo rizado, que va con su carrito de compra, el joven del chándal y el oficinista de la viñeta 3.
o O o
- El enfoque de esta viñeta debe estar pegado a la pared de los urinarios, en línea recta hasta el fondo, a la altura de la cabeza. En primer término, nuestro hombre, que está orinando en el urinario segundo por la izquierda.. Tiene la cabeza inclinada hacia abajo, pero los ojos mirando hacia la derecha por el rabillo. Al fondo, en el último urinario, el cura mira al cielo con cara de éxtasis.
- Nuestro intrigado jubilado está de espaldas a los urinarios, abrochándose la bragueta, sin dejar de mirar al fondo. El cura, viene de frente, en dirección a la salida, con cara de "aquí no ha pasado nada".
- Nuestro hombre se acerca al último urinario, donde ahora se encuentra el excursionista, con mochila incluida, con los ojos cerrados y el semblante sonriente. Tras él, la señora del carrito le pega la bronca a nuestro jubilado, señalándole, entre aspavientos, que se ponga a la cola.
- El jubilado se dirige, malhumorado, hacia el final de la cola. A su espalda, las dos jovencitas se ríen de él, la señora del carrito sigue dándole la bronca y el chico del chándal y el hombre del periódico, que ahora, lleva plegado bajo el brazo, más otro hombre, que está detrás de éste, con mono de repartidor de butano, lo miran con cara de mal humor.
- Viñeta formada por cuatro viñetitas, dos arriba y dos abajo, con primeros planos de la cara de nuestro hombre, reflejando distintos estados; curiosidad, impaciencia, aburrimiento, sorpresa.
- Por fin, ha llegado al urinario, el plano lo ocupa éste, es un urinario normal, como los otros, pero en él, acurrucada sobre un banquillo de madera, de una cuarta de altura, una prostituta mira hacia arriba, con mirada de complicidad y sonrisa excitante. Sobre su cabeza, un cartel de cartón con una inscripción, lleva un jersey ajustado y escotado, falda lisa sobre las rodillas y medias negras de rejilla, zapatos de tacón de aguja, muy maquillada. En el tabiquillo derecho del urinario, colgado de un ganchito, un bolso de mano abierto, con la recaudación. INSCRIPCIÓN CARTEL: SERVICIO COMPLETO 200 Pts.
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FIN
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