lunes, 3 de septiembre de 2018

Desde niñⒶ 1





          Personalmente y como LibertariⒶ en Prácticas, creo que la "civilización", que en si, no es más que represión, comienza con la vestimenta que, según información de primera mano de uno de mis monolocos, que vivió esa etapa: "en un principio, tan solo se trataba de taparse del frío, cuando hacía frío, únicamente eso, el resto del tiempo, íbamos desnuds y nos adornábamos con hojas y plumas y pintándonos los cuerpos. Por entonces, la organización comunal era lo natural y no había distinciones de sexono existía ese concepto,  y las relaciones interpersonales eran puramente instintivas, intuitivas y lúdicas. TodⒶs jugábamos con todⒶs y empleo la palabra jugar, que tampoco existía por entonces, porque se trataba de eso. Hacíamos lo que nos pedía el cuerpo y con quien nos apetecía. En otro momento, si quieres, te cuento más..." Monoloco dixit y yo le creo.






          Éste es otro de los debates eternos que yo, personalmente, he tenido toda mi vida, el de la propiedad, por un lado y el del amor por otro. Nunca he entendido que las criaturas tengan que ser propiedad de nadie, porque, en mi infantil razonamiento, las criaturas libres, si pertenecían a alguien, ya no eran libres. Y que una cosa era querer y otra, amar. De esto, en la Escuela Libertaria, vamos a tener que hablar mucho, porque es básico entender qué es realmente amar, en esta etapa evolutiva en la que nos encontramos.

          Como hemos visto más arriba, el monoloco nos daba una pista al llamar juegos a las relaciones interpersonales. Yo me he llevado múltiples calificativos, la mayoría no muy amistosos, por defender mi teoría de que el sexo es como el tenis, pero esto, también lo vemos en otro momento, que todo llegará. 

Hablemos del amor, una vez más, como decía la canción. Para mí, amar es dar sin pedir. Querer es, más bien, "tener en propiedad". Cuando amas, lo haces desinteresadamente e instintivamente, por algo que te sale de dentro y lo haces, sabiendo muchas veces, que es posible, que no se te vaya a corresponder, pero lo haces, porque es lo que te brota. Lo único que quiere quien ama es que la criatura amada sea feliz y se sienta lo más plena que le sea posible. Si exijo algo, a cambio, no es amor, es una especie de negocio. "Amor con amor se paga", dice el refranero erróneo de nuestra "cultura".







          Creo que, parafraseando a Einstein, "No esperes resultados diferentes… si siempre haces lo mismo.", será suficiente para esta reflexión. Llevamos unos cuantos siglos sin dejar de equivocarnos en lo mismo...

Continuaremos... (más amablemente libertaris, espero)

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